Podemos usarla con eficacia en los siguientes casos:
- Debido a que su daño no es nada espectacular, se puede usar para dar el golpe final a una torre. Es frustrante ver cómo dejas la torre de tu enemigo con poquísima vida y te matan las tropas (como un Gigante), así que lanzando a esta carta ganarás definitivamente la batalla.
- Podemos usarla para derribar personajes en grupo como los Bárbaros, que van de cuatro en cuatro.
- Si eres un jugador principiante seguro que le darás mejor provecho al rayo en lugar de esta bola de fuego, a no ser que lo que busques es realizar daño en una zona amplia. Por ejemplo, con la bola de fuego alcanzarás de un tiro a dos torres, pero con el rayo solo una.